En el interior de un hospital pasa nuestro personaje sus últimos momentos. En estos se alternan fragmentos de su vida con sus propios relatos, que nos son narrados con tanta pasión que parecen ser mas bien fruto de su vida y no parte de la fantasía de un escritor. Cada suceso se nos expone con un significado por si mismo, pero al mismo tiempo también significa algo mas que eso. Cada escena es un camino, en cuya trayectoria no logramos captar ni el principio ni el fin. Así Kafka nos revela el desorden intimo y absurdo del mundo, ni optimista ni pesimista sino ambiguo, esclavizador y alienante, del que el intenta librarse por medio de la creación de sus obras, aunque estas sean una continua lucha sin esperanzas. Este mundo le resulta insoportable, otro le parece imposible, y el deseo de morir ya no le produce culpa.
Co-producción Teatro Salvaje + Teatro 2si2
Duración: 50 minutos
Ficha técnico artística
Dramaturgia, espacio escénico, montaje y dirección: Lucas Capurro.
Actor: Federico Balderrama. (Nominado como mejor actor marplatense-Premios
estrella de mar 2012)
Textos: Franz Kafka.
Fotografías: Osvaldo Fulgenzi
Mis hijos eran mis relatos
Espectáculo Teatral, Inspirado en los escritos de Franz Kafka.
"Mis hijos eran mis relatos" de Lucas Capurro.
Sinopsis completa:
En el interior de un hospital pasa nuestro personaje sus últimos momentos. En estos se alternan fragmentos de su vida con sus propios relatos, que nos son narrados con tanta pasión que parecen ser mas bien fruto de su vida y no parte de la fantasía de un escritor.
Cada suceso se nos expone con un significado por si mismo, pero al mismo tiempo
también significa algo mas que eso. Cada escena es un camino, en cuya trayectoria no logramos captar ni el principio ni el fin. Así Kafka nos revela el desorden intimo y absurdo del mundo, ni optimista ni pesimista sino ambiguo, esclavizador y alienante, del que el intenta librarse por medio de la creación de sus obras, aunque estas sean una continua lucha sin esperanzas. Este mundo le resulta insoportable, otro le parece imposible, y el deseo de morir ya no le produce culpa.
Federico Balderrama fotografiado por Osvaldo Fulgenzi.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)